Hoteles con bañera de hidromasaje en Ollantaytambo

Absolutamente todo, el lugar es mágico, la comida riquísima y el trato excepcional. Nos hicieron sentir estupendamente en un sitio increíble, ademas cabría destacar la amabilidad y el trato recibido por todo el personal pero en especial por Virginia.

Una lujosa experiencia de glamping cerca de Ollantaytambo. Resort muy bien cuidado con atención al detalle, excelente restaurante y concepto sostenible. Se pueden hacer hermosas caminatas en los alrededores.

La habitación del hotel es muy limpia y confortables, realmente valió la pena haber estado en Andenes del Inca Hotel en Ollantaytambo. El hotel es muy nuevo y recién están implementando mas cosas.

La comodidad de la instalación del hotel, áreas verdes, restaurante , esparcimiento y amabilidad de las personas wue trabajan.

Una joya escondida en el Valle Sagrado. El hotel Miski Samay es un lugar increíble, rodeado de montañas, naturaleza y una tranquilidad absoluta. Las habitaciones son limpias, cómodas y muy bonitas, algunas con jacuzzi privado. El entorno es mágico: se pueden ver y alimentar alpacas, disfrutar de una fogata al anochecer, o simplemente admirar la belleza del paisaje. Eso sí, hay que saber que el hotel está a aproximadamente una hora y media de Cusco, por lo que se necesita organizar transporte. En nuestro caso, todo fue fácil porque Robert, la persona que nos atendió durante toda nuestra estancia, ya lo había anticipado y nos propuso un conductor confiable desde el primer momento. El restaurante del hotel es excelente, con platos típicos peruanos y también opciones variadas, todo de gran calidad. Es un poco más caro que otros sitios, pero vale cada sol por la calidad. El desayuno también fue delicioso, nada que reprochar. Pero lo que realmente hizo que esta experiencia fuera inolvidable fue Robert. No tenemos palabras para describir lo que significó para nosotros. Es una persona excepcional, atenta, amable, organizada, y que claramente ama lo que hace. Anticipaba nuestras necesidades incluso antes de que las expresáramos. Trabajaba hasta tarde y se levantaba muy temprano solo para facilitarnos el viaje. Cuando teníamos que salir a las 3 de la mañana para la Montaña de 7 Colores, él mismo preparó nuestros desayunos para llevar. Cuando necesitábamos lavar mucha ropa, aunque el hotel no tiene lavandería, él buscó y encontró una solución sin dudarlo. Robert ha marcado nuestro viaje profundamente. Es un anfitrión como pocos. Si el mundo del turismo tuviera más personas como él, viajar sería siempre así de hermoso. Miski Samay es un lugar mágico, pero Robert es su alma. ¡Gracias por todo!

La amabilidad de su personal, todo muy limpio y bonito.

El hotel en general, el personal muy amable, las instalaciones limpias... el desayuno A1, muy satisfechos....

Las alpacas y la tranquilidad del lugar8

Excelente desayuno, buenísima atención. Hermoso lugar para descansar, relajarse y observar las estrellas. Además tiene muy buen restaurante, no necesitas salir del hotel. Definitivamente volveré.

Un sitio idilico para estar unos dias y partir de ahi a las excursiones. Tiene un jardin precioso con huerta y alpacas. La habitacion muy amplia y con terraza, camas super comodas y el baño un lujo. Es el mejor hotel donde me hospede en el Valle Sagrado. De haberlo sabido lo hubiera usado de base, es para quedarse mas de una noche. Tiene un spa muy agradable que usamos y estamos solas mi hija y yo. Tienen muy buen cocinero en el restestaurante. En general muy buena relacion calidad precio.